Add parallel Print Page Options

Tus mejillas,
como gajos de granada detrás de tu velo.

Sesenta son las reinas,
ochenta las concubinas,
y las jóvenes, sin número;
mas única y perfecta es la paloma mía,
la única de su madre,
la escogida de quien la dio a luz.
Las jóvenes la vieron
y la llamaron «bienaventurada»;
la alabaron las reinas y las concubinas.

Read full chapter